La resistencia formada por aquellos nostálgicos que se oponen a dejar de leer en papel es uno de los mayores actos de rebeldía ocurridos en pleno siglo XXI. Descubre por qué cada vez suma más adeptos.
Hay quienes, en una era marcada por la tecnología y la novedad, se rinden a lo de antes, a lo de siempre, a las tradiciones sin fecha de caducidad. Algo que saben de primera mano en Grupo Gómez Aparicio al constatar que cada vez son más quienes reivindican el placer de sentir el tacto de las hojas y la impresión de la tinta sobre el papel. Y es que las cosas buenas, no deberían cambiar nunca. Hoy en día, en un mundo donde la instantaneidad está a la orden del día, donde la accesibilidad es infinita, donde las pantallas acaparan la mayor parte del tiempo humano, leer en papel es todo un acto de rebeldía. Una férrea oposición que abraza la forma más tradicional de disfrutar de todos los beneficios que la lectura nos regala desinteresadamente.
El auge de las nuevas tecnologías parece haber relegado al olvido la literatura en papel, los volúmenes apilados en estanterías, los tomos que releías tras dejar alguna esquina doblada. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Todavía hay quienes encuentran en el bamboleo de las hojas, en el matiz del papel, en la impresión de la portada, motivos para que leer en papel siga estando de moda por toda la eternidad. El olor a libro nuevo, la posibilidad de subrayar, anotar o escribir, la lectura a través de los sentidos y la opción de prestárselo a alguien en mano, contribuyendo a crear nuevas historias, nuevas ilusiones, son solo algunas de las razones que hacen de esta, una cruzada: leer en papel llena el alma.
Una invitación al disfrute personal
Leer es un acto íntimo, una acción que parece detener el tiempo, una forma de cuidado personal propio e intransferible. Leer en papel, además, es una virtud. Es tener, al alcance de tu mano, la posibilidad de sumergirte en un universo paralelo con todos y cada uno de tus sentidos. Con la vista, mientras leemos; con el olfato, al pasar cada una de las hojas; con el oído, mientras cambiamos de página; con el tacto, al guiarnos con el dedo a través del texto e, incluso, en ocasiones, con el gusto. ¿Y es que quién no se ha llevado alguna vez el dedo índice a la boca cuando las ansias por seguir devorando un libro eran irreprimibles y las hojas se quedaban pegadas?
Cuatro claves por las que seguir leyendo en papel toda la vida
Hay quien lee por costumbre, quien se introdujo en el mundo de la lectura ‘de rebote’ y hay quienes, aunque les cuesta coger un libro de la estantería de casa por pereza o hastío, terminan embaucados con historias de aquí y de allá. Sea como fuere, por todos es sabido que los beneficios de leer son extensísimos, sin embargo, por si acaso se les olvidara, en Grupo Gómez Aparicio les recordamos cuatro claves por las que seguir leyendo en papel toda la vida.

El arte de hacerlo tuyo
Cuando adquieres un libro, lo bonito está en hacerlo propio. No solo se trata de compartir una historia establecida, sino en crecer de la mano del tomo. Leer y releer. Anotar, escribir, subrayar y apuntar. Hacer que siempre haya algo nuevo por descubrir entre las páginas que lo conforman, recordar momentos y hasta observar el paso del tiempo entre las hileras de palabras.
No tienen batería
Los libros electrónicos tienen muchas ventajas. De hecho, este repaso no pretende ser un detractor de esa nueva forma de consumir historias, sin embargo, no pueden negar que el hecho de que los libros no necesiten de cables ni de baterías no es un triunfo. Ni wifi, ni batería externa, ni conexión de carga, ni enchufe. Solo tú y el libro, a veces, quizás, un buen café, pero no necesitas más.
Al comprar un libro, es tuyo para siempre
A diferencia de lo que sucede con los eBooks, que compras una licencia de lectura, cuando vamos a una librería y pagamos por un libro, este pasa a ser de nuestra propiedad para siempre, pudiendo hacer prácticamente lo que queramos con él, ¡hasta decorar el salón!
Son el regalo perfecto
Cuando queremos obsequiar a alguien con algo especial, muchas opciones nos vienen a la mente; entre ellas, seguramente, un libro. Por eso, antes de que te entren las dudas sobre si verdaderamente este es el regalo perfecto para todo el mundo, te aseguramos que sí, un libro es una victoria segura. No solo por todos los beneficios que leer en papel tiene, sino porque hay una historia y una temática para cada gusto.
Un libro, una persona. Suena bien, ¿verdad?